¿Cómo podemos entrenar el pensamiento positivo?



¡5 en todo!¿Cómo podemos entrenar el pensamiento positivo? Jugando continuamente a encontrar cinco cosas favoritas en todo.
Nuestros pensamientos diarios caben en cuatro grandes categorías:   1) los necesarios, que nos sirven a lo largo de la rutina: “qué me pongo, a qué horas tengo esa reunión, qué será la comida”… etc. 2) los inútiles, sobre cosas que no podemos cambiar y con los que no sacamos ninguna conclusión productiva – pero suelen ocupar nuestra mente gran parte del día–: “si no me hubiera dicho eso, si solo yo hubiera hecho esto otro, y si hubiera pasado aquello, y qué tal si de pronto llega a pasar eso”; 3) los negativos, aquellos que nos hacen sentir mal…y nos agotan, nos quitan paz y fuerza interior; y por último: 4) los positivos, los que más nos benefician, pues tienen el poder de transformarnos; sin embargo, suelen ser los menos frecuentes entre nuestros pensamientos.
Descripción: ver imagen2El equilibrio entre emociones o pensamientos positivos y negativos que nos recomiendan los científicos procurar constantemente –según explica la Dra. Barbara Fredrickson de la Universidad de Berkeley– es  de tres (positivos) a uno (negativo). Ojo, no es de tres a cero, pues algo de negatividad tiene razón de ser para permanecer realistas y objetivos. Por lo general en nuestro diario vivir mantenemos un equilibrio de dos positivos a uno negativo, y cuando las personas tienden a la depresión esa proporción es uno a uno, o de menos de uno positivo por cada negativo.

En todo puede encontrarse algo positivo. Es cuestión de entrenarse para hallarlo. Entrenándonos para encontrar siempre al menos cinco cosas favoritas -en cada momento del día, en cualquier persona- nos vamos volviendo expertos en ver la vida de nuevas maneras. Al observar de forma diferente y esperar cosas buenas de las circunstancias y de las personas, terminamos atrayendo lo mejor hacia nosotros… buena salud personal, amistad y cooperación de los demás, y resultados excelentes en nuestros empeños. Mientras más habitual se vuelva este juego para nuestra mente, mejores resultados iremos teniendo, porque cada vez nos sentiremos mejor, disfrutando más de lo que hacemos y lo que nos rodea, y la vida va fluyendo.

Podemos resumirlo con una frase de Marcel Proust: “Nada ha cambiado, pero como yo he cambiado, todo ha cambiado”. O bien, como decía Winston Churchill: “Soy un optimista; no parece ser muy útil ser otra cosa.”

O mejor, con una famosa historia de los indios Cherokee americanos:
Un abuelo le cuenta a su nieto una noche que dentro de cada persona hay una batalla entre dos lobos. 
Descripción: ver imagen3
Un lobo es la negatividad: rabia, tristeza, estrés, desprecio, disgusto, temor, vergüenza, culpa u odio. El otro es positivismo: alegría, gratitud, serenidad, interés, esperanza, diversión, inspiración, asombro, y sobre todo, amor. El nieto piensa un momento y luego le pregunta: “¿Y, cuál lobo gana?”. El abuelo le contesta: “El que alimentes mejor”.
¿Quieres conocer más sobre este tema?

Este es un agradable video de 10 minutos para ver desde tu casa:

https://www.youtube.com/watch?v=GXfXdq9ku5s